Los Angeles

EL ESPECTADOR

LA SORPRESA DE LOS ENIGMAS

Por Liliana López Sorzano, Agosto 2008 (Colombia)

Si hay algo que caracterice la fotografía de Efrén Isaza es esa sensación de sorpresa que producen los enigmas. Ésa es al final, la razón de su trabajo, poder transmitir algo distinto a través de las imágenes.

El arte siempre guardó un puesto fundamental en su vida. A los ocho años pintaba óleos y su abuela paterna era la encargada de guiarlo a pesar de que fue un autodidacta en este campo. Antes de llegar a la fotografía, pasó por el diseño gráfico y posteriormente por el diseño de modas. Fue ahí, en medio de los cortes, de las telas y de un portafolio que tenía que armar, que tomó conciencia del encanto de la imagen capturada.

Tomó clases particulares con Alberto Montoya en Medellín y tiempo después se fue a Holanda a hacer un curso de iluminación. Se dio cuenta de que gran parte de la técnica estaba aprendida y que el resto del trabajo lo hacía la sensibilidad.

Ha trabajado para varias revistas haciendo editoriales de moda, y a pesar de que el trabajo creativo en las campañas publicitarias es limitado y con muchos parámetros, también es un campo que ha explorado y en el que es bastante apetecido.

Sin embargo, es en la libertad absoluta donde realmente se siente satisfecho. Efrén es de aquellos fotógrafos que quiere estar omnipresente en todos los aspectos. Le gusta decidir en cada detalle de la producción, desde la elección de la modelo, el maquillaje, el peinado, los accesorios, la decoración de la locación hasta lo que más le concierne como la iluminación, la pose y los encuadres. No es que crea que solo él lo pueda hacer bien, es simplemente que la idea de una fotografía la tiene en la cabeza y será difícil para otro leerle la mente. A sus creaciones fotográficas le gusta imprimirle siempre un elemento latino, porque considera que esta cultura es exuberante y rica en colores y en formas. Le interesa involucrarse en proyectos que tengan elementos autóctonos, de culturas definidas como la de los indígenas. No es un fotógrafo que se limite a los estudios porque los exteriores le suponen un reto más grande.

A la hora de escoger el sujeto de su lente prefiere a las modelos delgadas con un look especial, que tengan alguna imperfección y un toque extraño en la mirada. Las prefiere a las actrices y celebridades, porque con ellas le toca manejar los egos propios de estos personajes. La realidad está en el cotidiano de la vida, por eso, al hacer una fotografía, prefiere situaciones no convencionales, que tengan un punto de quiebre y que generen una sensación particular para que se quede grabada en la memoria.

Aunque siempre le han insistido abrirse un camino en el exterior, Isaza aún cree que en Latinoamérica hay mucho por hacer; sin embargo, como cualquier fotógrafo, sueña con estar en las páginas de las revistas prestigiosas de Vogue Italia o W.